Caminos de libertad: vivir para los demás

En los colegios de la Compañía de Jesús, las Líneas de Fuerza son mucho más que un conjunto de orientaciones: son la brújula que orienta la vida de nuestra comunidad educativa. Cada curso, estas guías marcan los caminos que queremos recorrer juntos, integrando la formación académica con la humana y espiritual. No se trata solo de aprender conocimientos, sino de aprender a vivir, a discernir y a crecer como personas libres y responsables.

Todos los colegios jesuitas de España y Portugal comparten estas líneas, adaptándolas a su contexto, porque educar bajo ellas significa acompañar a los alumnos a reconocer a Dios en su vida cotidiana, a descubrir el sentido profundo de sus acciones y a comprometerse con los demás. Son principios que nos conectan con lo esencial: la búsqueda de la verdad, el cultivo de la libertad interior y el impulso a vivir con servicio y amor.

Si el año pasado nuestro lema fue “Ven, sígueme”, invitándonos a responder a la llamada de Dios, este curso damos un paso más profundo: “Libres para servir”. La libertad auténtica no consiste en hacer lo que nos apetece, sino en elegir el bien y actuar con amor, mirando más allá de nosotros mismos. El Papa Francisco nos recuerda que la verdadera libertad se expresa en el servicio a los demás y no en la satisfacción de caprichos o deseos egoístas.

Desde la perspectiva ignaciana, ser libres significa también ser indiferentes, en el sentido de San Ignacio: capaces de no dejarnos arrastrar por lo que nos aleja de nuestra vocación y del bien, eligiendo siempre aquello que nos conduce a Dios y al servicio de los demás. Nuestro lema, por tanto, es una invitación a vivir esta libertad en lo cotidiano: en proyectos de servicio, en la atención a los más necesitados, en la reflexión y acompañamiento personal, en el reconocimiento de Dios en cada paso de nuestro camino.

Así, las Líneas de Fuerza de este curso no quedan en teoría; se hacen vida. Nos enseñan que ser libres nos impulsa hacia los demás, que la educación es un espacio para crecer en responsabilidad y compasión, y que el verdadero sentido de nuestras acciones se descubre cuando elegimos servir, amar y construir un mundo más humano. Este curso, en Tudela, queremos que cada alumno experimente que la libertad no es un fin en sí misma, sino el camino para transformar la realidad con esperanza y amor.